jueves, 1 de octubre de 2009

“SI, VAS A TENER UN HIJO”


Muchas veces por los afanes de la vida, me olvido de cuando Dios estuvo a mi lado en los momentos difíciles, en las pruebas. ¿Como puedo olvidarme de sus milagros?

Después de dos años de matrimonio, decidimos con Ivonne tener hijos. Pasaron tres meses y nada. Fuimos a doctores, nos dejaron medicinas, nos dieron consejos y….nada. Yo conocía casos de personas estériles y me estremecía el pensamiento que yo fuera uno más de la estadística. Con Ivonne teníamos una buena relación, pero yo sabía que necesitábamos tener familia y me preocupaba por ella. Después de un año, nuestras fuerzas se desvanecieron y ya no podíamos apoyarnos el uno al otro…Hasta que Dios entró en escena.

Un jueves fuimos al grupo de oración del Hermano Miguel Aparicio (socialmente conocido como el Hno. Pajarito). Nos quedamos al final como queriendo desahogar nuestra pena y el nos escucho. Para nuestra sorpresa nos enteramos que el y su esposa habían pasado por la misma situación. El consejo que nos dieron fue que nos olvidáramos de los doctores y simplemente descasáramos en el Señor. Y había cierta lógica. La medicina ya había tenido su turno, los doctores también y todo esto nos estaba agobiando…y lo mas seguro es que no habíamos acudido a Dios en primer lugar.

Desde entonces, Dios nos hizo olvidarnos del problema. Aunque a veces era duro, porque habían situaciones en que estábamos seguros que Ivonne estaba embarazada y después de hacerse el examen la respuesta era negativa. Esos momentos eran terribles, pero Dios nos enseño que inmediatamente después de escuchar la mala noticia, nos hincábamos y le dábamos Gloria a Dios…porque por dentro sabíamos que El iba a obrar.

Allá por Enero del 2003 tuve un sueño bien hermoso. Vi una persona en tunica blanca. Su cara no pude verla ya que en donde debía de estar la cabeza había un triangulo equilátero y adentro de el había un sol brillante y hermoso que no me lastimaba verlo. Esa persona solo me dijo: “Si, vas a tener un hijo”. Tuve temor de contárselo a Ivonne porque que tal si solo era un “invento de mi subconsciente” y al final no había nada….pero después pensé que por fe, debía declarárselo para después dar este testimonio al mundo. Ivonne recibió con gozo ese sueño.

En abril de ese mismo año, no se de donde ni como, Ivonne y yo armamos con mis amigos Jaime y Luis un viaje a Cancún por tierra. Fue un viaje hermosísimo, parando en Tikal y conociendo los pueblos de Flores y Santa Elena en Guatemala. Luego pasamos por Belice para llegar a Chetumal. Tres horas y media después llegamos a Cancún. Para algunos puede ser una ciudad de perdición, pero para nosotros fue de bendición. Lo maravilloso de esa ciudad, sus playas, el color del mar, el fabuloso Xcaret, hicieron que nos olvidáramos completamente de nuestros problemas. Una semana después regresamos al país…pero no veníamos solos…Juan José nos venía acompañando en el vientre de mi esposa.

Antes de saber el sexo, yo solo hablaba de que era niño y prácticamente ya habíamos escogido el nombre. Muchos me decían: “No seas machistas, ¿y si es una niña?” Entonces, sacaba pecho y aprovechaba de hablar de mi sueño que me apoyaba en mi tesis que sería varón….porque Dios me lo había dicho y El no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse.

Dios nos habla de diferentes maneras….A veces es una voz interna que reconocemos ya que nos dice si lo que hacemos es correcto o no, otras veces su Palabra nos habla…y hay ocasiones en que su misericordia es tan grande que se permite tomar un minuto de su tiempo para hablarle en sueños a un miserable pecador….Ese es mi Dios….Y no hay otro tan grande como El

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