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“Busquemos por favor el Evangelio de Juan, El Capitulo 11, versículo 35” Cuando la congregación encontró el pasaje, el Pastor Mario Vega leyó: “Jesús lloró…Amen”. Esa fue la primera predicación que le escuche a Mario Vega. Yo nunca había escuchado una predicación como esa ya que la forma en que el explicaba este versículo en su contexto fue impactante para mi. En el contexto, la historia cuenta de cuando Jesús llego tarde donde Marta y María ya que su hermano Lázaro había muerto hace cuatro días. Jesús, como es Dios, sabía que el iba a resucitar a Lázaro, pero antes de hacerlo al estar frente a la tumba, Jesús lloró. Y el no lloró por Lázaro, el lloró porque estaba conmovido por el dolor que los familiares y amigos de Lázaro tenían por su pérdida. De la misma manera, cuando nosotros estamos tristes, Jesús se conmueve, aun y cuando sabe que El nos librara de todos nuestras aflicciones. Algo muy bello.
Allá por finales de 1984 el Pastor Sergio Solórzano ordenó a Mario Vega que se hiciera cargo de una pequeña iglesia filial de la Misión Elim El Salvador que no lograba terminar de crecer. Así fue como con unos inexpertos 25 años, Vega se convirtió en el pastor de Iglesia Elim Santa Ana. Al principio la iglesia estaba localizada en una pequeña casa cerca de la Colonia El Palmar en donde el aforo era de unas cien personas aproximadamente. En ese tiempo, a Elim se le conocía como una iglesia “legalista” en el más estricto sentido de la palabra. Los hombres estaban separados de las mujeres, y las mujeres debían de usar un manto para cubrirse la cabeza. De hecho el papel de la mujer era secundario. Me acuerdo cuando una hermana dio un testimonio, no subió al pulpito, si no que desde abajo relató su testimonio. Pero punto y aparte, las predicaciones del Pastor Vega eran formidables, tanto así que se sentía una diferencia muy marcada cuando uno de los co-pastores predicaba. Era cierto que uno iba a la iglesia en busca de Dios y no del hombre, pero en este caso, desafortunadamente parecía que Dios no hablaba mucho a través de los otros pastores.
Allá por 1986 conocí al Pastor Solórzano. Yo ya me había acostumbrado a Mario Vega, pero Sergio era un apartado aparte. Aunque mucho de su predicación se basaba en gritar desenfrenadamente, si puedo decir que el era muy usado por Dios, porque su enseñanza era sana y correcta. Incluso yo sentía que tenía mucho mas respaldo de Dios que el propio Vega. Irónicamente con el tiempo Solórzano tuvo problemas de infidelidad y dejo de ser Pastor General.
Al principio de la década de los noventas, la iglesia creció y compró un local en donde se construyó un templo. La iglesia crecía, la predicación era buena…habían muchas cosas para darle gracias a Dios…hasta que se dio a conocer un “pequeño” desacuerdo.
A diferencia de la iglesia Católica, en la Iglesia Evangélica los pastores se pueden casar, incluso es lo mas recomendable. Mario Vega era soltero. De hecho una vez lo encontré caminando desde su cuarto de habitación hasta la iglesia acompañado de una mujer pequeña, joven, muy bonita y que por su aspecto denotaba que no era una de las que asistían a la iglesia. Más bien, parecía una antigua amiga que se le notaba tener un interés especial en el Pastor…nunca mas volví a ver esa mujer. El poderoso liderazgo de Vega, junto con el respaldo que Dios mostraba a través de sus predicaciones y su status dentro de la congregación lo hacían un candidato muy apetecible para las mujeres solteras y “no solteras” de la iglesia. Un viernes, Mario Vega terminó su predicación y por lo general el se retiraba dejando que otro hermano despidiera a la congregación. Esta vez fue diferente. Terminó la oración y posteriormente informó que el tenía una novia cuyos padres estaban enterados de la relación y habían aceptado que el se casara con su hija. Un silencio sepulcral siguió a las declaraciones y como si el Pastor fuera Tiger Woods, no dio espacio a preguntas del respetable. Nadie abandonaba las instalaciones, y se miraban muchas ujieres mujeres sentadas llorando, devastadas por la noticia. Lo terrible se dio después, cuando los Ancianos (Junta Directiva de la Iglesia) conocieron a la agraciada prometida. Una inocente niña de unos mucho más sorprendentes ¡16 años! Y para terminarla de arruinar si, era cristiana, pero no era una miembro activa de la iglesia.
Se sostuvieron varias reuniones entre los Ancianos de la iglesia y Mario Vega, para tratar de disuadirlo del “tremendo error” que el iba a cometer. Prácticamente le exigieron que rectificara y que si pensaba en casarse que buscara una de las hermanitas de la iglesia. La exigencia llego a amenaza de dividir la iglesia, de que todos los Ancianos ser irían de Elim a fundar una nueva iglesia junto con la mayoría de feligreses que serían informados de que debido a la intransigente posición del Pastor no podían ser parte de esa ignominia. Ante tal presión el Pastor Mario Vega solo hizo una cosa: Les informo que el no daba paso atrás en la decisión de casarse y que las puertas estaban abiertas para que los Ancianos se fueran. Vega logró tener a un poderoso aliado en Sergio Solórzano que lo apoyo incondicionalmente. Los Ancianos al verse obligados a rectificar o cumplir su amenaza, decidieron no bajar la cabeza y se fueron de la iglesia con una cantidad considerable de feligreses. Coincidentemente se unieron a otra iglesia pequeña que se encontraba a unas pocas cuadras.
En todo esto, yo no tenía ni voz ni voto pero pensé que el Pastor Vega estaría pasando por momentos duros. Un domingo al terminar su predicación me fui para el pulpito y espere pacientemente hasta que el Pastor atendió a los demás hermanos. Cuando pude hablar con el simplemente le dije: “Hermano, me entere que va a casarse y solo quería venir a decirle que lo apoyo en su decisión y espero que sea muy feliz con su futura esposa” El, por unos segundos, se me quedo viendo con una mirada inexpresiva y me respondió: “Gracias hermano, usted no sabe cuan valiosas son para mi sus palabras”
La iglesia no desapareció, de hecho es la más grande de Santa Ana en la actualidad. En cambio la iglesia a donde se fueron los demás hermanos, nunca logro crecer.
Con el tiempo Mario Vega sustituyó a Sergio Solórzano y ahora es el Pastor General de Misión Cristiana Elim desde 1997, una posición muy poderosa pero a la vez extremadamente peligrosa porque el enemigo busca atacar a los líderes para que las ovejas se dispersen. De hecho he oído rumores de que ha tenido problemas con su esposa, pero ninguno relacionado a temas de infidelidad. Hey, pero ¿Quién no tiene problemas en el matrimonio?
Años después me entere que un compañero de trabajo iba a Elim y conocía a Mario Vega y le conté esta historia. El se quedo boquiabierto y estupefacto porque aparentemente esta historia nunca se revelo. Es seguro que Mario Vega no se acuerda de mis palabras, pero yo si me acuerdo de que Dios lo ocupo para aconsejarme y ayudarme a tomar una de las decisiones mas importantes de mi vida, que me han llevado hasta donde estoy ahora.