lunes, 28 de febrero de 2011

LA VENGANZA DE LA HORMIGA ATOMICA


Asdrúbal Alessandro era un buen amigo mío. Hace 14 años tenía posiblemente unos muy bien vividos 28 años. Era un tipo apuesto, elegante, de muy buena estatura, profesional hasta los huesos que no le rehuía a ningún trabajo difícil y sobre todo era extremadamente simpatiquísimo…sencillamente era el alma de todas las fiestas. En pocas palabras era un partidazo para cualquier dama.

Y por todas sus cualidades y posiblemente más por su verborrea angelical y florida las mujeres se derretían ante sus encantos. Yo la pasaba mal con él, porque no había oportunidad de que alguna chera se fijara en mí estando Asdrúbal a la par. Toda la conversación giraba alrededor de el. Ejemplo de ello era Raquel, una estudiante de medicina que casualmente era pupila en la casa de las abuelitas de Asdrúbal. Raquel se enamoro perdidamente de él. Pero Asdrúbal tenía un pequeño problema…A él le gustaba enamorarlas. Si había que enamorar a la pupusera de turno, había que hacerlo, pero una vez la agraciada quedaba enamorada, Asdrúbal perdía todo interés por ella y las dejaba recitándoles la famosa frase de Mauricio Garcés: “No sufras chiquita, yo sé que es difícil tenerme y después perderme”. Cuando Raquel fue despachada, ella quedo bastante destrozada. Un buen día Asdrúbal le dijo que la íbamos ir a visitar a San Salvador pues nosotros estamos en Santa Ana. Pero de repente Asdrúbal Alessandro me dijo: “Mira no puedo ir, tengo una junta con la ´sociedad´ (esta sociedad no eran otros que sus papas y sus hermanos que iban a cenar juntos), así que decile a Raquel que solo tú vas a ir” En mis adentros pensé que eso no le iba a gustar porque la chamaca no me quería ver…pero bueno, ahí voy de bruto y le llamo. Cuando le comento que solo yo llegare, Raquelita me dice: “Ay, Ay, bueno no sé, es que de repente me duele la cabeza. Es que he estado en turno fíjate y esto me da un gran sueño. ¿Por qué no lo dejamos para otro día?” “Si claro, no te preocupes” le conteste algo indignado… ¡Ni estamos casado y ya le duele la cabeza! Me molesto tanto que 15 minutos después le volví a llamar y le dije que Asdrúbal había cancelado su junta con la ´sociedad´ y que de todos modos íbamos a ir a San Salvador pero lastimosamente no la visitaríamos porque se sentía mal. “Ahh, ¿Cómo?, ¿Va a…digo, van a venir?...bueno, fíjate que me acabo de tomar una pastilla y me estaba haciendo unas compresiones con Vick Vaporub que me han mejorado el dolor de cabeza…Yo creo que los puedo atender”…. “Qué bueno” exclame, le dije que estaríamos por su casa como a las 8 de la noche. No me acuerdo que hice ese día mas tarde, pero Asdrúbal si fue a su junta y Raquel, creo que se quedo esperando nuestra llegada. Además, en esa época solo por Viper nos encontraban, y lo bueno era que uno, si quería, no regresaba el mensaje. De todas las muchachas que Asdrúbal enamoro, creo que con Raquel se sintió más apenado. Bueno, si tienen razón, hice mal. Pero ya le pedí perdón a Dios por eso.

Pero hubo un día que Asdrúbal conoció a Adrian, una muchacha de 20 años, chiquita y agradable…era algo fanfarrona. Se le conocía socialmente como “La Hormiga Atómica” o “La Petardo” porque la bicha era muy explosiva, voluble pero a la vez bastante impredecible. Asdrúbal nuevamente fue al ataque y la enamoro a su mejor estilo y tuvieron una relación que era una mezcla de romance, atracción fatal, intriga, venganza y una muy buena dosis de engaño (si puedo agregar, un muy buen puñetero engaño).

Yo le acompañaba porque esta Hormiga tenía una hermana que tal vez se la endosaban a Asdrúbal para que controlara a la Hormiga. La hermana se llamaba Carla, aunque a los días la llegamos a conocer socialmente como “El buen Charles” por su físico un poco nada femenino. La relación duro algo, más de lo normal creo yo, pero al final el espíritu de Mauricio Garcés volvió a Asdrúbal y era tiempo de despachar a la Hormiga, ya que había otra damisela que se encontraba deseosa de ser cortejada por tan apuesto galán. Asdrúbal la cito una noche en su casa y le dio la noticia: “No sufras Hormiga, yo sé que es difícil tenerme y después perderme, así que lo nuestro se acabo” ante esta situación la Hormiga no tuvo más remedio que responder: “Ah sí, ¡Pues estoy embarazada!”

Esa ni yo la vi venir. Claro el primer estado era la negación. Por lo que se le exigió pruebas. Y yo, para defender el honor de mi amigo me preste para llevarlos a un laboratorio medico, en donde la susodicha salió con su frasco de orina en que la respuesta resulto ser ¡¡¡positiva!!!

Después de recibir la respuesta Asdrúbal me pregunto “¿Qué voy a hacer?” a lo que le respondí gallarda y caballerosamente: “pues casarte”…no fue la mejor respuesta para él. Por tres meses más, La Hormiga lo tuvo esclavizado ante la posibilidad del nacimiento de Fernando Asdrúbal (ella ya le había puesto nombre), contándole sobre sus visitas al doctor y de cómo evolucionaba el embarazo…después de esos tres meses, Asdrúbal entendió que la historia del embarazo había sido un engaño, algo puñetero como les comenté. ¿Cómo dio positivo? Cuando se hizo el examen, ella había conseguido una muestra de orina de otra mujer embarazada. Al final de cuentas, la mujer daba miedo.

He conocido muchos casos de hombres y mujeres que se comprometen o encargan bebes sin estar seguros completamente de que la otra persona es la correcta. Desde señoritas que se casan por despecho, embarazos prematuros en jóvenes de 20 años…hasta en la que un amigo me dijo que estaba enamorado de otra pero que se casaba con su novia porque lo único tenia de valor en su vida era su palabra…un año después se divorcio.

Dios tuvo misericordia de mí y en gran parte por las oraciones de mi madre, conocí a una buena mujer que me ha dado un excelente hijo, fruto de un milagro de Dios mismo. Pero aparte de la misericordia, la clave está en pedirlo. Muchos ya estamos comprometidos, pero nuestros hijos se pueden equivocar. Es correcto y hasta obligatorio orar por los futur@s espos@s de nuestros hijos. Si es necesario hay que estorbarles, ya que la experiencia que hemos vivido debe de servir para darles los mejores consejos hasta que se vayan de la casa…de ahí en adelante, Dios los guiará hasta que sus propósitos se cumplan.

EPILOGO:
• Hasta la fecha, Raquel sigue soltera
• No volví a saber nada mas de la Hormiga ni de su hermana Charles
• Asdrúbal Alessandro finalmente se caso y tiene un hijo que es el amor de su vida… y sigue siendo un tipo apuesto, elegante, de muy buena estatura y sobre todo extremadamente simpatiquísimo…sencillamente todavía es el alma de todas las fiestas
• Y el día que dejamos plantada a Raquelita me fui al Cine Novedades a ver la nueva versión remasterizada y con nuevas escenas de El Imperio Contraataca…Al final, como ven, yo tuve la mejor velada de la noche ya que pude revivir esa famosa escena en que Darth Vader en la voz de James Earl Jones le dijo a Luke Skywalker: “Luke, yo soy tu padre”…Esa escena cambió mi vida.