jueves, 20 de diciembre de 2012

UNA VIDA SOLITARIA


En un album de Andy Williams que él hizo especialmente para Navidad, el hizo una mencion especial a una columna que escribió el Pastor Jim Bishop una mañana de Navidad. Esa columna se llamaba “Una Vida Solitaria”. Lo interesante de este relato es que esa columna era un poema escrito por un predicador del Siglo 19, James Allan Francis. Un poema muy conmovedor que se los comparto en este blog. Es un poema que habla de lo que vivió y tuvo que soportar el Señor Jesus por nosotros:

UNA VIDA SOLITARIA
Nació en una aldea desconocida, hijo de una campesina.
Creció en otra aldea desconocida,
donde trabajó en una carpintería hasta los treinta años.
Luego, durante tres años fue un predicador itinerante.

Nunca escribió un libro.
Él nunca tuvo una oficina.
Nunca tuvo una familia o fue dueño de una casa.
Nunca vivió en una gran ciudad.
Nunca viajó 200 millas desde el lugar en el que nació.
No hizo ninguna de las cosas que suelen acompañar a la grandeza.

Mientras todavía era un hombre joven, la opinión pública se volvió contra él.
Sus amigos lo abandonaron. Fue entregado a sus enemigos,
y paso a través de la parodia de un juicio.
Él fue clavado a una cruz entre dos ladrones.

Mientras él moría,
sus verdugos sortearon la única propiedad que tenía en la tierra…sus vestiduras,
Cuando él murió, fue sepultado en una tumba prestada.

Los siglos han pasado,
y hoy en día la suya es la figura central de gran parte de la raza humana.

Todos los ejércitos que han marchado,
Todas las armadas que han navegado,
Todos los parlamentos que alguna vez han legislado,
Todos los reyes que han reinado,
Puestos juntos, no han afectado tanto la vida del hombre sobre la tierra
como esta… vida solitaria.