lunes, 6 de abril de 2015

VE, TU HIJO VIVE

El hijo del Oficial del Rey estaba muy enfermo, lo más seguro es que moriría si no pasaba algo sorprendente e inesperado. Por eso aunque el trataba de seguir con sus obligaciones como todo buen oficial, la preocupación no lo abandonaba ante el simple hecho de pensar lo que le podría pasar a sus hijo.

Este oficial del Rey se encontraba destacado en Capernaum junto al Mar de Galilea. De repente tuvo noticias alentadoras. Un tal Jesús que hacía milagros estaba en Caná de Galilea. ¿Qué exactamente había el escuchado de Jesús? No se sabe. Pero las noticias que había recibido eran lo suficientemente esperanzadoras para él para tratar de ir hasta donde este Jesús se encontraba para convencerlo de que fuera a Capernaum para que sanase a su hijo.

Es interesante el saber que hoy en día, Caná de Galilea no existe como ciudad y hay varias teorías que explican donde estaba situada y la que más se acerca es que se encontraba en lo que es hoy en día la ciudad Kafr Kanna que se encuentra a unos pocos kilómetros al noreste de Nazaret. Por consiguiente el Oficial del rey se traslado aproximadamente 39 kms. desde Capernaum para ver a Jesús.

Cuando finalmente vio a Jesús, El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.

Es interesante ver como la fe de este hombre cambió con una simple y sencilla frase de Jesús. Este hombre tenía fe, pero era una “fe egoísta” porque él era “Oficial del rey” y estaba acostumbrado a mandar por eso en primer lugar el casi le exigió a Jesús: “Señor, desciende antes que mi hijo muera”…Si Jesús no lo hacía como el quería, posiblemente su hijo no iba a sanar o por lo menos eso era lo que él creía.

A veces nosotros oramos a Dios y le decimos como El debe de  hacer las cosas, porque así creemos nosotros que es la mejor manera de resolver nuestros problemas.

Pero algo hizo que este  hombre cambiara de parecer ya que después que el hombre oyó las palabras de Jesús “Ve, tu hijo vive”, su fe cambio a una fe que espera y confía en Dios e inmediatamente se regreso a su ciudad. Por eso es más fácil tener fe, después de escuchar la palabra de Dios. Cuando nos exponemos a la Palabra de Dios, nuestra alma se alimenta en el interior y el propio Espíritu Santo nos da convicción de que Dios nos va a ayudar.

Ahora el escuchar no es suficiente…hay que creer a la palabra de Dios y actuar. Si nosotros queremos creer en Dios, El nos dará la capacidad espiritual para hacerlo…Este  hombre escucho la palabra y la creyó. La fe es una respuesta a Dios mismo, no a sus obras ni a sus Milagros…Este hombre creyó antes de que el milagro se hiciese. Este hombre fue cautivado por la simple presencia de Jesús al que vio cara a cara.

Entonces para que nuestra fe sea efectiva nosotros debemos hacer lo que este hombre hizo:

  1. 1.    Escuchar la palabra de Dios
  2. 2.    Creer la palabra de Dios
  3. 3.    Obedecer la palabra de Dios (Descansar en la palabra de Dios)



El libro de SANTIAGO, Capitulo 2 versículo 26 dice “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”

Este hombre actuó por fe. ¿Cuánto tiempo paso desde que Jesús le dio la palabra y el hombre llego a su casa y le dieron la noticia de que el hijo estaba bien?

Jesús estaba en Cana de Galilea y el hombre era de Capernaum. Como ya vimos hay como 39 kms de distancia. Ya que él era un hombre noble seguramente andaba en carruaje o a caballo. El se pudo tardar talvez unas cinco horas ¡Pero él se tardo casi 24 horas en llegar! Ya que los siervos le dijeron que a su hijo se le quito la fiebre el día anterior como a las 7, a  la misma hora que Jesús hablo con el…El Oficial del Rey no tuvo ninguna prisa por regresar a su casa porque el DESCANSO EN LA PALABRA QUE DIOS LE DIO…Que su hijo viviría. Y lo más hermoso es que por su paso de Fe, no solo creyó el, si no que toda su casa se salvo también.

El Salmo 37:5 lo resume todo a la perfección: Encomienda a Dios tu camino,
Y confía en él; y él hará