jueves, 7 de enero de 2010

LOS SIMPLES DETALLES


Héctor le hablo por teléfono a Celita antes de despedirse de sus amigos para informarle que ya iba para la casa ya que un amigo lo iba a pasar dejando. Eran como las 8 de la noche. En la Santa Ana de 1988 uno podía cruzarse la ciudad en 15 minutos a carro, sobre todo en la noche. Pero el Dr. Héctor Tobar nunca llego a su casa. En el camino el y su amigo fueron interceptados y ametrallados sin piedad. A quien querían matar no era a el, si no a la persona que lo llevaba a su casa, pero igual, Héctor murió.

Llegue a Santa Ana ese día viernes como a las 6:30 PM. Había tenido mi última clase de Matemáticas II como a las 4 PM en San Salvador. Al terminar, unos 10 compañeros se sentaban en la cama trasera de mi Pick up Datsun 1200 y agarrabamos camino hacia el pueblo que tanto añorábamos. Ese día, mi amigo Abel no viajo con nosotros, se quedo en San Salvador en su pupilaje que quedaba cerca de la Universidad Centroamericana (UCA).

Como a las 10 de la noche yo estaba viendo la serie de televisión “Midnight Caller” cuando me llamo por teléfono un compañero de universidad, Alfred Guerra para darme la noticia que habían matado al papa de Abel. Al día siguiente fui a la funeraria y el escenario era desconsolador; las tres hermanas pequeñas de Abel, Patty, Sandra y Vicky lloraban inconsolablemente. Carlos, el hermano mayor hablaba de vengarse de los cobardes responsables del ametrallamiento…La esposa lloraba pero se le alcanzaba a notar una fuerza interior que ella sabía debía de tener para lo que le esperaba en un futuro sin esposo y con 5 hijos…Solo Abel no lloraba…Abel demostró la fuerza que sus hermanos necesitaban en esos momentos.

Yo nunca fui amigo de Abel, era solo compañero de colegio y en ese momento, compañero de universidad. No se que fue lo que me motivo, pero después de la muerte de su papá empecé a visitarle constantemente y en varias ocasiones simplemente nos sentábamos en las camas de su habitación sin hablar. Posteriormente ellos se trasladaron a vivir todos a San Salvador, y de igual manera me hice un visitante regular. Los domingos degustábamos de una excelente y suculenta sopa de pollo y después pasábamos a devorar el pollo asado que la Doctora cocinaba en cantidades industriales junto con un arroz abundante, toneladas de ensalada fresca y gruesas tortillas recién sacadas del comal para posteriormente trasladarnos a donde sea que el FAS jugaba ese domingo…De ahí el compañerismo con Abel paso a ser amistad. Una amistad que ha sido una bendición para mi, ya que así como yo le ayude en su momento, el me ha ayudado en muchas ocasiones.

Los simples detalles, muchas veces, desembocan en grandes oportunidades. Como dije, en ese momento no se que me impulso a visitarle, ya que yo soy una persona huraña y me hubiera sido mas fácil simplemente cumplir con solo asistir a la funeraria y ya, de todos modos no era un amigo, era solo un compañero…Pero ahora entiendo que fue Dios quien me toco para visitarle constantemente, primeramente porque el lo necesitaba y en segundo lugar porque Dios sabía que también en ese momento y en el futuro yo iba a necesitar una amistad verdadera que me serviría para recibir consejos de Dios a través de Abel…Dos años después, cuando mi papa murió, Abel estuvo ahí y fue con el único que me pude desahogar.

Como anécdota, su amistad me ayudo a ver algo en la novia con la que empezaba a andar y que se convertiría en mi esposa. Yo invité a mi novia al estadio y cuando llegue a recogerla, vi que ella había preparado sándwiches para llevar…me gusto el detalle y se lo comente a Abel, el a su vez se lo comento a su mamá que le dijo: “Esta muchacha se ve que esta interesada, porque bien hubiera pedido pizza o pollo para llevar, pero el hecho de que se tomo la molestia de preparar sándwiches, dice mucho de ella”…ese detalle, yo no lo había visto.

Nunca se enjuició a los responsables de la muerte del papá de Abel…pero una cosa es cierta, si no se han puesto a cuentas con Dios, su eternidad es un futuro devastador. Que no lo veré en vida…talvez, pero confío en la justicia de un Dios justo quien dice: “Mía es la venganza, yo pagaré”…y “Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo”

Muchos piensan que Dios es solo una figura amorosa que se deja ser mangoneado por la maldad del mundo…Esta gente esta completamente equivocada…Dios es justo y no dejara pasar una iniquidad sin castigo…El es tan justo que no se hizo del “ojo pacho” en nuestra condenación, si no que mando a su hijo Jesucristo para tomar nuestro lugar y para que nuestro castigo fuera sobre El…Dios nunca será burlado…La única forma que tenemos para reconciliarnos con Dios y ser perdonados de todos nuestros pecados es aceptando que Jesús tomó mi lugar, murió por mis pecados y que El es mi único y suficiente salvador…Suena fácil ¿Verdad?...Creer que es tan fácil es lo difícil.

NOTA: En la foto aparece Abel con su hija

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