La primera vez que vi a Roberto Salazar fue
cuando nos acabamos de mudar a nuestra casa allá por finales de Diciembre de
1999. Me acuerdo que estábamos sacando
cosas del carro cuando un hombre moreno y de ojos zarco se me acerco muy misteriosamente
“¿Listo para el frio?” me preguntó y yo le respondí con un escueto “ehhh,
si…adiós”…el se ha de haber quedado extrañado, pero la verdad que a mí me
extraño que alguien me saludara tan amablemente y que aparentara buenas
intenciones…y así es Roberto, su si es si y su no es no. Una persona integra en
la que se le puede confiar un problema y en donde el consejo que recibiré no
solo será basado en su experiencia, si no en cuál sería la voluntad de Dios.
Con el transcurso del tiempo, nos dimos cuenta
que íbamos a la misma iglesia y por supuesto compartíamos las mismas creencias
y nos hicimos como tradujeron aquel spin off de la serie Dallas, Knots Landing
(en Vecinos y Amigos).
Recuerdo una anécdota en particular. Roberto
siempre se ha destacado por ser un “Handy man”, alguien que repara cosas,
alguien que se pone a analizar un problema y encuentra la solución basado en su
experiencia, pericia y mucha paciencia. Pues una buena madrugada me desperté
escuchando un ruido de una catarata…ni mi esposa ni yo somos participes de la
musicoterapia así que me preocupé, solo para notar que una tubería del lavabo
se había quebrado. Salí inmediatamente a la calle a cerrar el agua, para mí
sorpresa me di cuenta que ¡no había válvula!...Y debido a que soy poco entendido
en estos menesteres y ante la magnitud de la necesidad a mi mente solo vino un
pensamiento: ¡¡¡Roberto!!!
Le llame por teléfono (es justo mencionar que
eran las 4 AM…pero lo interesante es que él contesto inmediatamente)…Le comenté
lo sucedido y lo que me afligió fue que me respondió “Bueno, ahí es ANDA que le
puede solucionar”…Ehhh, bueno, este gracia pues. Me fui donde mi esposa y le
dije “me dijo que ANDA nos puede ayudar, aquí solo un ángel que mande Dios”
cuando “ding dong” sonó la puerta y era Roberto que venía con sus herramientas
a tapar la fuga de agua…siempre he querido pensar que su primera respuesta fue
debido a que todavía estaba dormido.
Pero así es el, no solo en la vida cotidiana si
no también en su trabajo como parte de ICT Assistant en UNICEF, en donde
Roberto ha acumulado una vasta experiencia en el mantenimiento de servers y
hasta colocaciones de antenas satelitales. Dicha experiencia la ha ganado
siendo parte de seminarios y capacitaciones que lo han llevado a partes tan
lejanas como Uruguay, Argentina, Colombia, Suecia, Alemania (país con el que
tiene una afinidad sentimental, la cual no tocaremos en este momento) y hasta
ser parte de un simulacro de secuestro en Italia.
Así llegamos al 12 de enero del 2010 cuando se
registró un devastador terremoto en Haití. Los efectos causados sobre este
país, el más pobre de América Latina, fueron devastadores. Los cuerpos recuperados
al 25 de enero superaban los 150.000,
calculándose que el número de muertos excedería los 200.000. Una tragedia de
proporciones inimaginables.
Roberto Salazar fue enviado para ejercer la dura
tarea de reconstruir el sistema de comunicación y de informática de la casi
inexistente red de UNICEF en Haití. Roberto llegó el 20 de febrero y tuvo que
enfrentarse a innumerables situaciones adversas. Era difícil trabajar ya que la
inestabilidad eléctrica era la orden del día, un generador que no daba abasto y
las constantes replicas no solo causaban sosiego si no que la antena que tenía
que ponerse en buenas condiciones se movía debido a estos temblores. Eso aunado
a la presión que existía por tener información, mientras que los usuarios se
multiplicaban proporcionalmente a las necesidades que UNICEF tenía que cubrir…y
el único informático destacado en la isla era Roberto.
Con el tiempo, el trabajo se hizo más estable y
se pudo satisfacer la demanda de los usuarios que mandaban datos importantes a
sus respectivos países. Un momento de gozo para Roberto fue cuando el pudo
conectar al proveedor para que este tuviera control de la red y así coordinar
con UNICEF los nuevos requerimientos…Eso lo logró alrededor de las 2 de la
mañana cuando él se encontraba solo y solo pudo celebrarlo con el mismo y con
su Dios.
Al día siguiente Roberto salió a configurar la
antena parabólica cuando vio a una persona con una cámara fotográfica y lo
saludo “Buenos Días” a lo que Roberto respondió con otro escueto “Buenos Días”…y
el sujeto de la cámara desapareció y ya no lo volvió a ver…inmediatamente el
servicio de internet era una realidad y eso se transformó en abrazos y besos de
parte de los usuarios para Roberto, quien solo había aplicado el conocimiento
que Dios le había concedido en su vasta experiencia de trabajo
Un par de años después, ese fotógrafo
desconocido había tomado una foto a Roberto arreglando la antena y esa foto
forma ahora parte del portal de Informática de UNICEF en su intranet. Muchos
nos sentamos y creemos que con un simple ON-OFF las computadoras funcionan y
hay algunos que llegan a pensar que gente honrada como Roberto con todo y su conocimiento son gente que se puede
reemplazar fácilmente. Estas personas están gravemente equivocadas porque lo
principal es ver los valores de la persona y después el valor de la experiencia
ganada en los años.
No sé que le puede deparar a Roberto, un héroe
anónimo, el futuro…pero lo más importante es que él crea como dice PROVERBIOS 16:9,
El
corazón del hombre piensa su camino; Mas Dios endereza sus pasos.
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