Allá por 1977 se estrenó la película “La Chica
del Adiós” con la cual Richard Dreyfuss ganó un Oscar como mejor actor…Después pasó
a ser parte de la infame categoría de ganadores de Oscar que llevan una “maldición”
de que sus carreras se vienen a pique después de ganar un Oscar.
Pero hablando de la película, se trata de una
comedia en la que Dreyfuss personifica a Elliot Garfield, un actor que se
quiere hacer famoso en Broadway y que
tiene su gran oportunidad en la obra Richard III donde el caracteriza al
personaje principal de la obra. La sorpresa que se da es que el director de la
misma tiene un punto de vista muy diferente sobre el personaje principal del
que tiene Garfield. De acuerdo al director, él quería que Garfield interpretara
el carácter como un estereotipo exagerado de un homosexual que además debía de
portar una joroba falsa. Después de un estira y encoge, Garfield acepta la
sugerencia del director. La obra se estrena y es cancelada inmediatamente
recibiendo Garfield pésimos comentarios…pero el director estaba feliz porque
era su propia visión la que se había escenificado…porque el director, como todo
un artista, tiene su punto de vista y es lo que importa.
No tanto así, pero algo parecido ha pasado con la película
Noé en donde Darren Aronofsky es el director. Un director que ha tenido ciertos
éxitos porque ha hecho buenas películas con presupuestos sencillos. Su último
gran éxito fue “The Black Swan” en donde Natalie Portman gano un Oscar. Debido a
esto, Paramount le entrego a Aranofsky $125 millones para hacer Noah y aunque económicamente
parece que la película va a ser un éxito, los resultados son
extraordinariamente desastrosos, porque para mí es una oportunidad perdida de
ver una las historias más fantásticas del Antiguo Testamento…en lugar de eso he
visto una mezcla de “El Señor de los Anillos” con “Harry Potter” y en medio de
la historia hay un diluvio.
En 2012 me emocione al saber que Russell Crowe
iba a protagonizar la película Noé de la cual había muchas expectativas. La película
fue filmada y se hizo el ejercicio que casi todas las películas hacen. Invitan
personas ajenas a la película y se las muestran para que ellos dieran su punto
de vista. También fue proyectada para grupos cristianos y la respuesta fue
contundente: No se acercaba mucho a la historia de La Biblia. Así empezó una
pelea entre el Estudio y el director para hacerle modificaciones, pero al final
terminó ganando la visión del director, ya que él era un artista y tenía que
presentar con gran exactitud cuál era su propia visión artística acerca del
tema.
Leí unas críticas y me di cuenta que los
rumores eran ciertos, pero aun así quería verla porque estaba intrigado por cómo
se presentarían las escenas del diluvio, que con los efectos de CGI del momento
lo más seguro que serían interesantes para adentrarse un poco a cómo ha de
haberse vivido semejante situación.
Vi la película. Sinceramente me quede perplejo
ante tanta inexactitud con La Palabra. De acuerdo a La Biblia, Dios le habló a
Noé porque era el hombre más justo y sabía bien que él, junto a su familia,
sobreviviría tal catástrofe. El Noé de Russell Crowe es un hombre atormentado, amargado
y un asesino, cuya única virtud es que se presenta como un gran ecologista que
asume que Dios destruirá al hombre porque no ha cuidado los recursos ecológicos
de La Tierra. En la película, Noé piensa que solo debe de sobrevivir en el Arca
para preservar a los animales y que después él y su familia morirán sin
descendencia. Además, a Dios lo llaman “El Creador” para darle cierto aura de
misticismo
Es cierto que hay una escena que me conmovió y
es cuando están dentro del Arca y se escuchan los desgarradores gritos de la
gente afuera…pero de ahí a que la película sea para exponerse en Escuelas de
Biblia dominical…Ehhh, No.
También es cierto que 4 capítulos es difícil condensarlos
en 2 horas, porque no hay mucho que agregar, pero solo la escena del diluvio
hubiera bastado para presentar un retrato fiel de lo que paso. En Titanic, el
barco se hundió en hora y media, eso hubiera servido.
No les digo que no vean la película,
simplemente que vayan preparados con una mente abierta que van a ver una película
de ciencia ficción en la que Russell Crowe interpreta un hombre enojado y que
intencionalmente hay un diluvio.
Pueda ser que yo sea un necio en muchas cosas. Pero
si hay algo en lo que si soy 100% cuadrado es que yo soy un fiel creyente que
La Biblia se interpreta sola y no necesita añadiduras. Digo esto porque algunos
pueden exponer puntos de vista como por ejemplo de que La Biblia omite muchas
cosas, que los puntos que se agregan a la película pueden servir para tener un
punto de discusión que se pueda compartir…pero ante La Palabra de Dios, no hay
nada que discutir ni puntos de vistas nuevos que se puedan agregar. Juan dijo
que si se escribieran todas las cosas que Jesús hizo en La Tierra, se necesitaría
de todos los libros del mundo. Dios en su infinita sabiduría solo nos ha
declarado La Biblia, que es Su palabra, la cual es suficiente y lo bello de
ello es que es eterna e inspirada por El Espíritu Santo.
Tanta “licencia artística” que tiene esta película
me hace pensar como se aplicarían aquellos últimos versículos del Apocalipsis: “Yo
testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si
alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están
escritas en este libro.” No creo que le interese a Aranofsky, solo que su
tergiversada versión de su historia favorita de la niñez ha sido proyectada en
todo el mundo.
Esta película en realidad es la tercera o cuarta versión de NOE tergiversada por Hollywood, hace mucho daño a personas que nunca o muy poco conocen de la biblia, me gusto esta columna.
ResponderEliminarcomparto el punto de vista con el autor, claro era concebida desde los intereses de un artista del cine, pero agrego que yendo de lo mas a lo menos representativo, igual aritmética usan los cantantes pseudo cristianos, ellos peor, dan por éxito lo que el mercado les acepte y compre en la radio, le atribuyen a veces hasta divinidad, cuando realmente su contenido escritural/espiritual es inexistente.
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